Hablando de drogas con mis hijos

Hablar de drogas ayuda a los hijos a tener una actitud responsable

Los padres y madres tienen que proporcionar información adecuada y adaptar las explicaciones a la edad de los hijos. Es importante conocer el tema razonablemente bien, creer lo que se dice y practicarlo. No se enseña nada que no se sepa. Estar informados y saber cuáles son los efectos y los peligros de las drogas, no estimulará su consumo.

Dialogar no es solo hablar, sino observar, mostrar interés, crear un espacio de comunicación que permita expresar ideas, dudas y preocupaciones.

A continuación se en listan paso básicos para hablar de drogas con los hijos.

Dialogar es indispensable

Hay que aprender a escuchar, provocar la conversación, establecer una relación de confianza y complicidad. Muchas veces, los padres, para hablar con sus hijos de temas delicados como las drogas, esperan encontrar un momento ideal y un ambiente propicio. Recordemos que cualquier película, libro, comercial de tv o indicio de poder preguntar cosas "incómodas" sirven para general el diálogo

Seamos claros

Las primeras informaciones que se reciben sobre las drogas acostumbran a ser incompletas y confusas. Hay que proporcionar información seria, contrastada, que no reproduzca los tópicos, sin exageraciones ni falsas moralinas, sin sustos o juicios de valor.

Debemos evitar

• Interrogarles insistentemente sobre si piensan consumir drogas o si las han tomado ya. Es mucho mejor pedirles su opinión (qué piensan del consumo de drogas por parte de algunos jóvenes, qué peligros ven en ello).
• Discutir y pelearnos, de modo que la defensa de las drogas se convierta en una afirmación de su identidad.
• Se rebela contra los adultos, lleva la contraria y transgrede las normas en un acto de afirmación. "Dejame hacer mi vida."
• Desautorizar o culpabilizar de forma permanente con un juicio que fácilmente puede volvérsenos en contra

Y si al indagar se descubre que los hijos se encuentran inmersos en drogas, no perder el control, no gritar, no castigar  e investigar desde cuando se consumen, si le causa problemas su control, que drogas y en que momentos las consumen, con quienes las consumen.

Una vez obtenida esta información ofrecer ayuda profesional, involucrarse en el proceso de rehabilitación pero sobre todo nunca cuestionar, juzgar o imponer.

FUENTE: Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) y Centros de Prevención contra las Adicciones DF